17 Feb “No te van a crecer cola ni cuernos”: médico que se aplicó la vacuna contra el COVID-19
Tres profesionales de la salud colombianos ya tuvieron acceso y hablan sobre los mitos y verdades que hay sobre la inyección. Estas son sus recomendaciones y perspectivas.
Hace un mes inició la campaña de vacunación masiva más grande de la historia, en este caso contra el COVID-19. En paralelo, las dudas y la desinformación acompañan a este proceso. En estas jornadas masivas ya se han administrado 26.786.229 de dosis, en 43 países.
Noticias Caracol habló con tres médicos colombianos que viven en Estados Unidos y ya se aplicaron las dos dosis de la vacuna. Hablan sobre cómo fue este proceso y que le depara al mundo para la aplicación de la inyección.
El doctor Luis Javier Peña es neumólogo e hizo parte del ensayo de la vacuna de Oxford. Él está expuesto todo el tiempo a pacientes que padecen COVID-19.
“Te das cuenta que entre el riesgo de una vacuna experimental y el riesgo de la enfermedad, la alternativa para mí no tuvo mucha discusión”, expresó el doctor Luis Javier Peña.
¿Cuándo usted se puso la vacuna, en la segunda dosis, sintió en algún momento un efecto secundario?
Luis Javier Peña: Sentí un poco de dolor local en el lugar de la inyección durante el día y los tres días posteriores a la aplicación. Al día siguiente tuve un poco de escalofrío leve en la mañana, que después desapareció.
Para la doctora Rossana Sánchez, genetista del Emory School of Medicine en Atlanta, el riesgo fue otro.
“Yo tengo alergias a muchas medicinas. incluso medicinas de uso día a día que se pueden comprar sin receta. Hago algo que se llama anafilaxis que es una reacción severa y tenía un poco de miedo”, dijo la doctora Rossana Sánchez.
“Me observaron por media hora, que es la recomendación actual, y en realidad me fue muy bien”, agregó.
¿Quiénes sufren de alergias pueden verse afectados por la vacuna?
Rossana Sánchez: No necesariamente, lo que se dice ahora mismo es que las personas que deben evitar las vacunas son las personas que saben que tienen una alergia a la vacuna o componentes de la vacuna, que en realidad son muy pocos.
El doctor Mark Rotlewicz es pediatra y tiene 64 años, por su edad está entre los grupos de riesgo con prioridad para recibir la vacuna. Después de ponérsela, indica que hay que acabar con tantos mitos, ya que la vacuna no afecta nuestro ADN.
“No te va a crecer cola, ni te van a salir cuernos, ni te vas a volver estéril; nada esas cosas. Van a pasar que a la vuelta de unas horas ese ácido ribonucleico que se inyectó está destruido por los macrófagos y por el sistema inmunológico“, manifestó Rotlewicz.
¿La vacuna afecta el ADN del ser humano?
Rossana Sánchez: El código genético de los humanos es ADN. El código genético de este virus es ARN y lo que estamos introduciendo es ARN. Nuestro ADN está protegido en el núcleo de la célula y éste ARN no tiene una forma fácil de entrar ahí y modificarlo tampoco.
Hay quienes dicen que la vacuna fue desarrollada muy rápido, ¿pero en la comunidad científica es tan extraño que esto pase?
Luis Javier Peña: Hay tecnologías mucho más rápidas para descifrar secuencias de nucleótidos y eventualmente ver los genes de un virus, las proteínas de un virus y con ingeniería genética se pueden crear este tipo de tecnologías mucho más fácilmente. Gracias a Dios tenemos esto porque si no fuera el caso, estaríamos a unos cuatro años de ver una vacuna.
¿Qué decirle, no como médico sino como persona, a todas esas personas que dicen “no me quiero poner la vacuna”?
Rossana Sánchez: Yo creo que hay que respetar a las personas, eso es algo que que yo hablo con mis pacientes y obviamente yo no soy el médico de mucha de la gente que me va a estar oyendo. Hoy, yo lo que quiero es que la gente se eduque. Sí vas a tomar una decisión, hazla con la información que necesitas y con información que viene de los expertos y científicos.
Mark Rotlewicz: La mayoría silenciosa dice “yo quiero la vacuna”, pero la minoría escandalosa es la que dice que la vacuna es mala y dice que la vacuna produce esto y produce aquello, pero no hay evidencia científica.
Los tres profesionales de la salud coinciden que no podemos entender este proceso como individual, sino como un esfuerzo colectivo para proteger al prójimo y salir adelante de esta pesadilla.
En este año se espera que se distribuyan más de 3 billones de dosis en todo el mundo.
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